Masticando aire
Enjaulado está el deseo
de una muela moribunda,
de bravo barro onírico
y chaqueta cruda y sesuda.
Quiere morder;
masticar monedas.
Quiere conocer
el sabor de la riqueza.
Pero no es más
que lo sobrante
de una etapa
de hechos usados
bajo palabrerío
de quieto lustro
que a candados
se ha salvado.
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