Botella parlante
Bella, fina y tóxica pareja
su paraje a troncales
de claustrofobia verdeja
y de acristaladas lumbares.
Sus breves retoños
de porquería abundante
nacen del odio sentido
y un injusto calmante.
A veces torcidos
y a veces parlantes,
suburbios sus Pensados
a entrañas adulantes.
Carnosa cortina
la sonrisa a retales
que surge del trago
que vacía,
que llena
y que siente,
invicta una caricia
de su cuello
amargo y valiente.
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