Trozo de Algo

Frágiles como la saliva de una condena.
Salvajes como el estornudo de Gaia.
Tenaces como las quimeras de una noche.
Ciegos como el indulto a la falsa piedad.

Vivimos en una calle de fingida necesidad 
colectiva. Ya nadie tiene una base de lo que en realidad queremos, y menos aún de lo que somos.

¿Somos?, somos.

Somos un híbrido; una mezcla entre la consciencia, el ego y la mierda.

¿Somos?, soy.

Puedo estar contento y enfadado a la vez. Puedo llorar de rabia a mitad de la felicidad, y puedo sentir amor mientras la tragedia me abraza.

Puedo conversar conmigo mismo 
y discutir sobre la libertad.
Puedo estar tranquilo porque mis pequeñas  sonrisas dentro de un lago de ira hacia el mundo son cruciales para ser lo que soy: 

Uno más, que será uno menos.
Un pequeño trozo de Algo,
en un gran pedazo de Que.
Uno, solamente uno.

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