Cuatro pasos de tinta

Que no tiene
Dale un otoño de cera
y escárchala pues,
la jeringuilla
que droga 
las flores de trapo
de huecas cabezas
encorchadas
y encorvadas
que aplauden 
a lametazos
a la virgen cordial
de las DIEZ ansiadas
traiciones ultrajadas.

Brindo
Destapo su presión.
Acerco mi chismosa mirada.
Se aleja el hálito.
Me saluda su espuma blanca
y brindo al aire
con un poco de olvido,
junto a Deméter
y su falta de interés
por el mundo
y su estómago
lleno de lagartijas
disecadas
por un plato
lleno de escasez.

Soy, que no fui
En lo visceral 
soy sencillo.
En la crueldad, 
me tomo mi tiempo.

Escúchate
Ponte el vestido
de esperanza,
que cuando te duches
desnuda y sincera
tus huesos cantarán
más alto que nunca
una nana de realidad.

 

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