Excálibur

Violó una roca
y murió en su polvo,
Excálibur,
extenta
de más sexo.

Exánime
su mango
que a exactitud
penetró a lo insensible
hizo congelar
exuberante
su excéntrica pasión.

A exóticas leyendas
en el inflado anaquel
cuentan que un día
murió su coito
y por el placer
del ser humano
fue exiliada
y condenada
a abandonar
su propia
asfixia.

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